Cantando en Cubano

Discomanía y algo más (1)

Subscriber Episode Gaspar Marrero Season 2 Episode 66

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Con este episodio iniciamos la serie Premium "Discomanía y algo más". Mediante la prensa de la época, repasaremos el ambiente de la radio, la televisión, los espectáculos... ¡y los discos!, esos mágicos soportes de sonido que nos convocan a redescubrir grandes éxitos que fueron y a los artistas que los popularizaron. En este episodio inicial, situado en pasajes del año 1957, hablaremos del maestro Julio Gutiérrez, de las gestiones discográficas de Jesús Gorís, gerente de los discos Puchito, en México y en Norteamérica, donde grabó doce piezas musicales a cargo del mismísimo Arsenio Rodríguez.  Conocerás de las opiniones de algún periodista acerca de los Hit Parades. También reflejaremos novedades acerca del dúo de pianistas formado por Felo Bergaza y Juan Bruno Tarraza y de tangos llevados al bolero por el español Juan Legido y el argentino Alberto Gómez. Completamos el episodio con la producción de los discos Fama, y notas breves acerca de Los Rivero, Pancho el Bravo, Neno González, Esther Borja y René Álvarez. Y, por si fuera poco, noticias de Olga Guillot con la casa disquera Puchito.

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CANTANDO EN CUBANO

2ª TEMPORADA

Episodio 66: Discomanía y algo más (1)

PREMIUM

 

¡Hola! Te saluda Gaspar Marrero. Comienzo hoy una serie de episodios Premium, exclusivos para suscriptores de nuestro podcast. En este nuevo ciclo, repasaremos apuntes, notas y gacetillas de la prensa de antaño, de modo que podamos descubrir el ambiente musical cubano de entonces, que no se limitaba a un nombre, sino a decenas de nombres que, de una u otra manera, engrandecieron la música popular cubana. Este es el primer episodio Premium de… CANTANDO EN CUBANO.

Comienzo con el maestro Julio Gutiérrez y su quehacer en el ambiente musical, en 1957. El también compositor y orquestador de la empresa discográfica cubana Panart, preparaba, por entonces, un disco con, dice el gacetillero, toda la música fina que ha presentado por la televisión. Es decir, para el redactor, parece que Julio Gutiérrez hacía también música… no tan elegante. Recuerdo haberlo visto, durante mi infancia, al frente de la orquesta de la emisora Televisión Nacional y su gesto habitual: a ratos, sobre el estrado de dirección, volteaba hacia la cámara con una agradable sonrisa. 

El maestro Julio Gutiérrez había conseguido un gran éxito con su arreglo de la pieza internacional titulada Cachito, que grabó el cancionero cubano Fernando Albuerne. Después, grabó todo un disco Lp de jazz para la empresa Panart. ¡Muy buen disco este, con descargas fenomenales, a mi entender! Lógicamente, recibió merecidos elogios en Norteamérica. Y, al momento de escribirse estas líneas, en el año 1957, Julio Gutiérrez pretendía continuar sus triunfos con Panart, iniciados años antes.

Otros apuntes del 57: El Jefe del Departamento de discos de la firma Philco comunicó a la prensa la grata acogida que recibió el disco de la actriz y comediante Velia Martínez, cantando en cinco idiomas. 

La producción correspondió al sello disquero Fama, presidido por el también cantante Ramiro Gómez Kemp, quien informó a los periodistas de las próximas salidas de nuevos discos de larga duración: Noche cubana, con el Trío Taicuba; Doce nombres de mujer, compuesto por interpretaciones del cancionero Isidro Cámara, y un Lp en la voz del propio Ramiro Gómez Kemp. 

Ese propio sello Fama editó otro Lp con la orquesta del otrora famoso compositor y pianista Armando Valdespí. Te recuerdo que Valdespí era muy conocido desde el año 1935, cuando grabó una serie importante con el cantante cubano Fernando Collazo, uno de los intérpretes más destacados del danzonete. 

Acerca de ese disco Fama con la música de Armando Valdespí, señalaba el periodista las versiones del chachachá Orgullo y el bolero No sangres, corazón. La nota de prensa destaca también los solos de flauta del disco, pero, desafortunadamente, no menciona a los flautistas que le merecieron su comentario.

Continúo con lo publicado en la prensa de La Habana, en 1957, alrededor de los discos y las grabaciones musicales más populares. Para los coleccionistas, resultará muy conocida la mención que hago a seguidas. Los apuntes se refieren a un encuentro del gacetillero con Jesús Gorís, presidente de los discos Puchito. Explicó Gorís detalles de su periplo por los Estados Unidos y México. Específicamente en Nueva York, Jesús Gorís, y aquí leo tal cual, grabó doce números con Arsenio Rodríguez, para un Lp y discos sencillos.  Jesús Gorís agregó al redactor que Los primeros impresos serán Adórenla como a Martí y Blanca paloma.

Y una gestión importante de Jesús Gorís en Nueva York fue la compra de un magnífico equipo para producir los discos. Estaba valorado en catorce mil quinientos dólares. Gorís había visto funcionar esa máquina en la planta procesadora de la RCA Victor. En ese propio recorrido, Gorís adquirió en Los Angeles las prensas que instalaría en su fábrica de discos Puchito. En ella, además, se producirían discos del sello mexicano Musart y, por supuesto, dejaba abierta la posibilidad de que otras casas disqueras hicieran allí sus discos.

Te ofrezco otros pormenores del importante viaje de Jesús Gorís, presidente del sello cubano Puchito, en el año 57. En Ciudad México, se acordó que sus producciones llegaran al mercado mexicano, mientras Puchito distribuiría en Cuba lo producido por la casa disquera azteca Musart. Esa distribución de los discos Musart por la Puchito cubana tendría carácter totalmente exclusivo. Como resultado de tales negociaciones de Jesús Gorís en México, llegaron al mercado disquero de la Isla un Lp titulado Mis canciones, por el gran compositor Vicente Garrido, y el popular bolero El reloj, de Roberto Cantoral, en arreglo de danzón por Carlos Campos y su Orquesta.

Notas aparte recogidas en los periódicos del año 1957. Resulta que, contrariamente a lo que, hoy día consideramos coleccionistas y difusores, se dice: Siguen multiplicándose los Hit Parade en la radio. Y todos, escucha esto, tan falsos como esas pizarritas verdes, taradas de intereses e incapacidad. Lo leo tal como aparece en este diario que consulté. Claro está, la frase es una expresión peyorativa hacia la Pizarra verde de Radio Progreso, que, de verdad, era una pizarra verde, de esas de las escuelas. Los locutores Oscar Jiménez y Juan Manuel Tabares la colocaron en el propio vestíbulo de Radio Progreso, a la vista del público, y, con las imprescindibles tiza y borrador, clasificaban las piezas musicales que se trasmitían en el programa Música del momento, atendiendo a las llamadas telefónicas y las cartas recibidas. El caso fue que, para muchos artistas que pasaron por la llamada Onda de la Alegría, haber clasificado alguna grabación en la Pizarra Verde de Radio Progreso, era muy importante para su carrera musical.

Y, hablando de Hit Parade: En Caracas, Venezuela, en 1956, el Canal 2 de Televisión presentó a dos pianistas cubanos cuya fama internacional parece condenada al olvido. Hablo de Felo Bergaza y Juan Bruno Tarraza. Llegaron a Caracas con un contrato de dos semanas, pero no los dejaron irse y estaban cumpliendo su sexta semana en mayo del 56. De sus programas de televisión en Venezuela, entre ellos, el titulado Hit Parade, dice el reportero: Sus programas en televisión son una belleza, les aseguro. Además del espacio Hit Parade, Felo y Bruno actuaron ante las cámaras en el popularísimo Show de las Doce. Formaron parte de los espectáculos del Hotel Tamanaco y, en la ciudad venezolana de Maracaibo, trabajaron en las producciones del Hotel El Lago. El redactor llegó a una certera conclusión: La verdad es que después de oírlos tocar el piano, resolví dedicarme al periodismo.

Más acerca de los Hit Parades: Los discos Kubaney colocaron en las discotecas versiones al bolero de tangos en la voz del cantante argentino Alberto Gómez. Te aclaro que, por aquellos tiempos, en Cuba, al menos, se llamaban Discotecas las tiendas donde se vendían discos. Un periodista se refiere a esas versiones de Alberto Gómez y dice: Hay que cambiar, amigos. El experimento puede dar resultado, ya que una anterior grabación de Juan Legido logró clasificar en el Hit Parade Cubano. Juan Legido fue muy popular en la Isla. Le anunciaban como El Gitano Señorón, por el éxito que tuvo su interpretación de una obra musical con ese título, de la época en que formaba parte de Los Churumbeles, una orquesta española al estilo de aquellos Chavales que hicieron furor en La Habana. 

Y ya que al comienzo de estas notas hablé del maestro Julio Gutiérrez, repasemos la televisión del 57 en La Habana. La televisora CMBF Televisión, Cadena Nacional, anunciaba, para su programa dominical Show de Shows, las actuaciones de la soprano Esther Borja, el conjunto vocal Los Rivero y la Orquesta dirigida por el maestro Julio Gutiérrez. Un aparte: el Cuarteto Los Rivero lo organizaron ex integrantes del anterior Cuarteto del pianista y compositor Facundo Rivero. El nuevo grupo vocal aprovechó muy bien la casual circunstancia de que uno de sus cantantes tenía, también, el apellido Rivero, pero sin vínculo familiar alguno con Facundo. Se cuenta que hubo hasta pleito legal, pero, ni modo. Lo dicho, una casualidad que permitió al nuevo cuarteto heredar la trayectoria de su previa unión con Facundo Rivero.

Otra nota de los discos del 57: La casa Kubaney anunciaba el próximo arribo a La Habana de un gran lote de discos de larga duración, en coincidencia, quizás, con el retorno del empresario disquero Mateo San Martín. y el danzón titulado Pancho el Bravo, de Pedrito Ramos, seguía en altos niveles de popularidad, luego de su disco Kubaney a cargo de la Orquesta de Neno González. Es conocida la anécdota de cómo al flautista de la orquesta de Neno, nombrado Alberto Cruz, le rebautizaron como Pancho el Bravo, por un grandioso solo de flauta que intercaló él en ese danzón, durante un programa de Radio Cadena Habana.

Y cierro mi agenda musical con estas notas: En aquel año 57, causaba verdadera sensación en México una nueva producción de los discos Puchito de Jesús Gorís, a cargo de la cancionera cubana Olga Guillot y el respaldo de la orquesta dirigida por el maestro mexicano José Sabre Marroquín. 

Y otro apunte: buena cifra de venta acumulaba, entonces, el sencillo Discos y licor, editado por el sello Corona, en interpretación del sonero cubano René Álvarez, como solista, luego de actuar con su Conjunto Los Astros y grabar con la Orquesta Melodías del 40. 

Si te interesaron estos apuntes DEL AMBIENTE, ¡házmelo saber en los comentarios! Haz clic en el enlace situado en la descripción. Es Gaspar Marrero quien se despide hasta el próximo capítulo de esta serie Premium, solamente para suscriptores de… CANTANDO EN CUBANO… ¡No te pierdas el próximo episodio!

 

 

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