
Cantando en Cubano
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Cantando en Cubano
Discomanía y algo más (2)
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Cantando en Cubano presenta un nuevo episodio de DISCOMANÍA Y ALGO MÁS. En el presente capítulo, una descripción del ambiente discográfico del mes de enero de 1958. Por esos días aparecían en el mercado cuatro discos de la RCA Victor y ediciones de la Serie Infantil de Panart. A ese momento corresponden también discos sencillos de Barbarito Diez, la eterna voz cubana del danzón, con la recordada Orquesta Romeu. Se supo entonces del regreso a La Habana de Bienvenido Granda, ya como cantante solista, y de la irrepetible versión de Vereda tropical, grabada por la Orquesta Riverside y otras producciones del sello Puchito. Montilla graba al dúo de pianistas de Felo Bergaza y Juan Bruno Tarraza; las iniciativas de la discoteca La Moda, y un comentario final, relacionado con las grabaciones hechas por Jesús Gorís para sus discos Puchito, en Nueva York, a Arsenio Rodríguez.
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CANTANDO EN CUBANO
2ª TEMPORADA
Episodio 68: Discomanía y algo más (2)
PREMIUM
¡Hola! Te saluda Gaspar Marrero. Repasamos hoy el ambiente musical del mes de enero de 1958: Cuatro discos de la Victor la Serie infantil de Panart; Romeu y Barbarito Diez en discos sencillos; El regreso de Bienvenido Granda, Vereda tropical y otras producciones Puchito; Montilla graba a Felo y Bruno; la discoteca La Moda, y un comentario final, relacionado con las grabaciones hechas por Jesús Gorís para sus discos Puchito, en Nueva York, a Arsenio Rodríguez. Este es un nuevo episodio Premium de… CANTANDO EN CUBANO.
Con el título de Los cuatro RCA, la prensa destaca cuatro nuevas producciones de la Victor empezando el año. El disco 7 mil 309, sencillo de 45 revoluciones por minuto, contiene dos grabaciones del Conjunto Casino. El redactor comenta: Por un lado, tiene el bolero Aquí estoy, que canta Fernando Álvarez en su estilo inconfundible. El reverso es una guaracha vocalizada por Felo, Fernando, Espí y Alberto. Se llama A las dos Maína y, según el periodista, es lo mejor del disco.
Otro disco de la RCA Victor, para comenzar el año 58, es el 7 mil 328, con Belisario López y su Orquesta. Se trata, dice el comentarista, de dos números alegres: el son montuno Con el cimarrón y el chachachá Jóvenes de la Avispa, en las voces de Joseíto Núñez y Rigoberto Díaz. Clasificación del periodista: Buenos para bailar. Y de muy interesante grabación califica la prensa al disco de La Novia de América, Libertad Lamarque, con su versión del éxito Cachito, de Consuelo Velázquez. Aquí canta Doña Libertad con la Orquesta de Chucho Zarzosa, junto con Un minuto de amor.
Y el cuarto disco RCA Victor en enero de 1958 está a cargo de Benny Moré. El diario que consulté dice: Todavía resuena el Dolor y perdón de Benny, gran éxito del año pasado, y ya tenemos lo que en breve será otro hit: El agarra’o, son montuno vocalizado por el Bárbaro e instrumentado por su gran orquesta. La otra cara del disco es un bolero de Mercedes Fernández que, no entiendo por qué, se escucha poco, pese a su belleza: No puedo callar.
Entre otras notas discográficas de comienzos del 58, se destaca una producción de la casa cubana Panart de la cual, lastimosamente, se habla escasamente. Me refiero a la serie de discos para niños y a los pequeños tocadiscos de fácil manejo para ellos. Recuerdo aquellos discos: muy, muy pequeños, con plástico de color rojo. Y, en las etiquetas, con el sello Panart, pequeño, en su característico color azul, dibujos de los personajes de narraciones y de los muñequitos de moda en esa época.
También para niños, se produjeron por Panart, como anuncia la prensa del 58, un disco de larga duración del sello Odeón con una selección de voces, coro y orquesta, interpretando el cuento La Isla del Tesoro. Y otro Lp, también avalado por Odeón, fue el número ocho mil diez, basado en la popular película Marcelino, pan y vino. Un tercer disco, este de aquellos primeros Lp de diez pulgadas de diámetro, reunió un variado repertorio de canciones infantiles. Además, la Panart mostraba en su catálogo una serie de discos de larga duración con cantos para niños, en la inigualable interpretación del trío de las Hermanas Lago, y cuentos musicalizados por la profesora Isolina Carrillo y narrador por el locutor y animador de la radio y la televisión de la época, Humberto de Dios.
Tres años después de la desaparición física del máximo danzonero cubano, el maestro Antonio María Romeu, la casa de discos cubanos Panart prosiguió la serie discográfica de discos de 45, con la obra de Romeu: de un lado del disco, un danzón instrumental por la Orquesta Romeu, dirigida entonces por un hijo del maestro de igual nombre: Antonio María. Y en la cara opuesta, siempre, una grabación de Barbarito Diez, quien llevaba a los danzones canciones y boleros de siempre. El redactor de este diario de enero del 58 propone a los melómanos el disco que contiene el danzón Fefita, de José Urfé.
Luego de su separación de la Sonora Matancera y mantener un contrato como solista con la emisora habanera Radio Mambí, Bienvenido Granda marchó a otros países con su repertorio de boleros y piezas ideales para el baile. La prensa anunciaba en 1958 el regreso a Cuba de Bienvenido, el 4 de enero. Considerado por los periodistas como uno de los cantantes más populares del momento, Bienvenido Granda fue llamado por la Panart, que prepara nuevas grabaciones del cantante. Para ello, contó con la dirección musical del maestro Yoyo Casteleiro.
Veamos las ofertas discográficas del sello Puchito, de Jesús Gorís. A propósito, de Jesús Gorís y su disco dedicado a Arsenio Rodríguez, comentaré al final del presente episodio. Entretanto, repasaré lo que Gorís y Puchito colocaron en el mercado para comenzar el nuevo año 58. Uno de ellos se convirtió en un clásico: el Chachachá de los perros, por una cara, y al otro lado del disco, nada menos que la inimitable versión de Tito Gómez acerca de Vereda tropical, de Gonzalo Curiel. Hablo de un disco con la gran Orquesta Riverside, dirigida por el saxofonista Pedro Vila. Ya se conoce la anécdota relacionada con la negativa de Tito Gómez de grabar esa pieza musical. Consideraba que estaba muy gastada. Pero Pedro Vila defendió el hecho de que le había llegado el arreglo que le hiciera Rafael de Paz en México a los Hermanos Rigual, como bolero chachachá. El resto, es historia conocida.
Más producciones Puchito en las tiendas de discos, discotecas se llamaban en Cuba, en enero del 58. La cantante Merceditas Valdés, también con la Riverside, grabó una singular combinación: en una cara del disco, Me has engañado, de Joseíto Fernández. Y, en la otra, No me vayas a engañar, de Osvaldo Farrés. En cuanto a los conjuntos, el Conjunto Casablanca lanzó un sencillo con Nuevo para ti y Ritmo de palo, composición del recordado Senén Suárez.
La casa disquera Puchito, de Jesús Gorís, procedió a la inversa de lo habitual en el mundillo de los discos. De un disco Lp de danzones típicos, grabados por una orquesta bajo la batuta del maestro Rodrigo Prats, Puchito decidió poner a la venta esos mismos danzones en discos sueltos. Así, los amantes del danzón podían adquirir, en un formato más económico, títulos como Masacre, de Silvio Contreras; El cadete constitucional, de Jacobo González Rubalcaba, Doña Olga, original de Enrique Jorrín y Virgen de Regla, de Pablo O’Farrill. Y, de acuerdo a los records de ventas, una producción de amplia acogida entonces fue el disco Lp titulado Cita con René Cabel, aquel gran cantante bautizado como El Tenor de las Antillas, una especie de símil con aquello de El Tenor de las Américas, título colocado, también justamente, al inolvidable Don Pedro Vargas.
En el episodio anterior mencioné al tremendo dúo de pianistas conformado por los maestros Felo Bergaza y Juan Bruno Tarraza. Pues, resulta que, en los primeros días del año 1958, Felo y Bruno seguían siendo noticia. Prefiero, esta vez, leer este párrafo periodístico: ¿Quiere escuchar algo delicioso? Un álbum Montilla se lo ofrece: Felo Bergaza y Juan Bruno Tarraza en dinámico dueto de piano, grabación estereofónica, técnica que comenzaba en Cuba por entonces, y cascada de melodías populares, latinas, norteñas y europeas. El periodista menciona, como lo más brillante de la producción, las versiones de Alrededor del mundo, El manisero y Me lo dijo Adela. Y aquí va la primicia: Pronto tendremos esta grabación en el nuevo medio de expresión que es la cinta biaural, o sea, que puede escucharse por ambos oídos. Mientras tanto, dice el gacetillero, hay que adquirir este Lp de Felo y Bruno, joya de sonoridad y técnica de piano.
Hablemos de una de las más concurridas discotecas de La Habana de aquellos tiempos, hace más de sesenta años. En una de las esquinas de la popular calle de Galiano, la Discoteca La Moda se caracterizaba no solamente por su oferta disquera, sino por la iniciativa de invitar a los artistas de mayor popularidad para que firmaran autógrafos a sus admiradores. Por esos días, las películas de la cantante y actriz española Sarita Montiel fueron un éxito de taquilla en Cuba y pusieron de moda el cuplé. Pero, cuando parecía que el género español pasaba al olvido, la discoteca La Moda tenía a la venta la música de la película El último cuplé. También tuvo un éxito tal, que Eduardo Davidson compuso una guaracha que tituló El último bembé, que grabaron en Panart Roberto Faz y su Conjunto.
Los últimos apuntes de este episodio tratarán acerca de una información que, casi inadvertida, incluí en el capítulo precedente. Me refiero a las grabaciones de Arsenio Rodríguez recogidas en un disco titulado precisamente así: Arsenio. Lo editó el sello cubano Puchito bajo el código SP 105. Para encontrar detalles acerca de dicha producción, consulté el primer tomo de la colosal trilogía de textos dedicados a la historia de Arsenio Rodríguez, escritos por el investigador colombiano Jairo Grijalba Ruiz.
En el volumen inicial de la trilogía, titulado Arsenio Rodríguez, El Ciego Maravilloso, Grijalba Ruiz apunta que ese disco de la Puchito, dedicado a Arsenio Rodríguez, fue grabado a finales de 1956. Entre los doce temas reunidos en el Lp, aparecen las obras Adórenla como a Martí y Blanca paloma. Después comprenderás por qué destaco, de ese acople, esas dos grabaciones. Jairo Grijalba consigna, más adelante, que, leo tal cual, En la sesión de grabación, según ha trascendido, el Ciego Maravilloso se hizo acompañar por los integrantes del conjunto Estrellas de Chocolate, dirigido por Félix Alfonso Vidal, conocido como Chocolate, un destacado percusionista quien en la década del cuarenta fue el conguero, es decir, el tumbador, del conjunto de Arsenio.
Al respecto, el investigador Jairo Grijalba reproduce el testimonio del periodista radial Arturo Gómez. Éste afirma que Arsenio regresa a Cuba a mediados de los años cincuenta y que en la Isla graba con el Conjunto de Chocolate. Se refiere a Chocolate el tumbador, Félix Alfonso que tenía su grupo Chocolate y sus Estrellas. Sigo la lectura en este punto: Él, Chocolate, acompañó a Arsenio Rodríguez para un disco que se grabó en Cuba en 1956 que contiene algunos de sus más famosos éxitos cono Buenavista en guaguancó y Hay fuego en el 23.
En otros párrafos de su investigación, el autor Grijalba Ruiz cita al coleccionista colombiano Jaime Jaramillo, quien halló, en los archivos de inmigración de los Estados Unidos, constancia del retorno de Arsenio a Nueva York, desde La Habana, el primero de diciembre de 1956. Y, de acuerdo con el doctor David F. García, sitúa la llegada de Arsenio a Cuba en febrero del propio año 56. Jairo Grijalba concluye que las grabaciones de Arsenio para Puchito se efectuaron en los estudios Panart de La Habana. Esto, en resumen, es lo que explica Grijalba Ruiz al describir, en el primer libro de su serie dedicada a Arsenio Rodríguez, cómo se concretaron esas doce grabaciones para el disco Lp editado por el sello Puchito.
Sin embargo, tal y como comenté en nuestro anterior episodio, una edición del Diario de la Marina despierta más dudas aún. En la edición del 22 de septiembre de 1957, página 5-D, el periodista Fernando Fernández, en su habitual columna Grabaciones populares, publica lo siguiente, que reproduzco textualmente. Esto es lo trascendente de todo esto: Hablamos con Jesús Gorís sobre su viaje por Estados Unidos y México y la inauguración de su fábrica de discos para principios del próximo año. El siguiente párrafo, a continuación, dice: En New York, el presidente de la Puchito grabó doce números con Arsenio Rodríguez, para un LP y releases simples. Los primeros impresos serán Adórenla como Martí y Blanca paloma.
Un aparte acerca de lo expresado por el periodista radial Arturo Gómez, de que Arsenio grabó en La Habana con las Estrellas de Chocolate, es inexacta, porque ese conjunto se organizó en 1959, de acuerdo con lo expuesto por la lamentablemente desaparecida investigadora colombiana Adriana Orejuela en su libro El son no se fue de Cuba. Concluyo, pues, si atendemos también a lo expuesto por Gorís en el momento mismo del acontecimiento, lo cual se publicó en septiembre de 1957, y la constancia de la vuelta a New York de Arsenio en diciembre de 1956, que hay que situar las grabaciones de ese Lp de Arsenio en Nueva York, en 1957.
Con esto termino por ahora. Si te interesaron estos apuntes, ¡házmelo saber en los comentarios! Haz clic en el enlace situado en la descripción. Es Gaspar Marrero quien se despide hasta el próximo capítulo de esta serie Premium, solamente para suscriptores de… CANTANDO EN CUBANO… ¡No te pierdas el próximo episodio!