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Discomanía y algo más (7)
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Nos remitimos esta vez, mediante el tocadiscos del tiempo, a marzo de 1959. Otro encuentros con artista en La Moda; esta vez con el actor Alberto González Rubio. Se abre un nuevo departamento de accesorios en la discoteca Miremar: venta de estuches para discos, agujas y bocinas para tocadiscos, servicio a domicilio y amplio surtido discográfico. El disco Malagueña, del sello Columbia, reporta altas cifras de venta. En un Lp, las canciones que interpreta Mary Esquivel en su película Tahimí, la hija del pescador. Pronto, otro Lp Gema con Fernando Álvarez y una gran Feria del Sonido. Se destacan un disco de danzones, otro hit de Rolando Laserie y un gran concierto organizado por Ernesto Lecuona.
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CANTANDO EN CUBANO
2ª TEMPORADA
Episodio 78: Discomanía y algo más (7)
PREMIUM
Te saluda Gaspar Marrero. Nos remitimos esta vez, mediante el tocadiscos del tiempo, a marzo de 1958. Otro encuentros con artista en La Moda; esta vez con el actor Alberto González Rubio. Se abre un nuevo departamento de accesorios en la discoteca Miremar: venta de estuches para discos, agujas y bocinas para tocadiscos, servicio a domicilio y amplio surtido discográfico. El disco Malagueña, del sello Columbia, reporta altas cifras de venta. En un Lp, las canciones que interpreta Mary Esquivel en su película Tahimí, la hija del pescador. Pronto, otro Lp Gema con Fernando Álvarez y una gran Feria del Sonido. Se destacan un disco de danzones, otro hit de Rolando Laserie y un gran concierto organizado por Ernesto Lecuona.
Ya he comentado, en DISCOMANÍA Y ALGO MÁS, la popularidad de la Discoteca La Moda, como sitio para la venta de producciones discográficas y la presencia de las figuras más destacadas de la música y de otras manifestaciones. Y, en marzo del 59, lo de La Moda era una verdadera fiesta. Dice el redactor del Diario de la Marina que La Moda se ha convertido en el centro de convergencia de los artistas más populares del momento y el lugar de mayores emociones para los fanáticos.
En actividades similares, los concurrentes a la Discoteca La Moda confraternizaron con los más destacados exponentes artísticos cuyas creaciones fueron recogidas en discos. Y no sólo de música. Semanas antes, en La Moda estuvo el popular actor cubano Jorge Marx, quien realizara grabaciones como declamador. Y, en marzo de 1959, fue anunciada la aparición, en la famosa discoteca de San Rafael y Galiano, en La Habana, del actor Alberto González Rubio, de amplia trayectoria en el cine cubano, el teatro, la radio y la televisión.
Y, en cuanto a los músicos (desde luego, la principal atracción para la industria del disco) ya habían pasado por la Discoteca La Moda, a fin de conversar con sus admiradores, darles su autógrafo y sus fotografías artísticas, el cancionero cubano Fernando Álvarez y dos intérpretes de la música española, todavía de mucha ascendencia dentro de los melómanos: Pablo del Río y Pedrito Rico.
Claro está, la presencia de Alberto González Rubio, el reconocido actor cubano, fue motivo para engalanar la discoteca La Moda, que obsequió regalos de González Rubio y, eso no podía faltar, convocatorias sensacionales. Dice la prensa: Para la primera persona que llame mañana, lunes, al M-9117, mencionando cuatro de los poemas contenidos en el álbum de González Rubio, Discoteca La Moda tiene un obsequio especial del artista. Ya ves: no todo era música en los discos cubanos de hace más de sesenta y cinco años.
Los amantes de los discos y los coleccionistas tenían por entonces, además de la tan citada Discoteca La Moda, otro establecimiento imprescindible: la Discoteca Minemar, ubicada en la esquina habanera de las calles Calzada y Seis, en el Vedado. Minemar, además de expender grabaciones, anunciaba, en marzo del 59, la creación de su departamento de accesorios, siempre necesarios para quienes disfrutaban de la música más allá del mero hecho de escuchar, y ya.
Los coleccionistas, los perfeccionistas a la hora de disfrutar de la música, estaban también en busca de agujas para sus tocadiscos. Y en esos días, cuando ya el sonido estereofónico pasaba de ser un experimento más a una realidad, eran indispensables las agujas adecuadas para la reproducción de los discos con la nueva técnica sonora. Recordemos que el modo más popular de escuchar música propia en casa eran los aparatos tocadiscos: en una especie de plato giratorio, rotaba el disco, de pasta o de vinilo, a cierta velocidad. El sonido estaba marcado en estrías dispuestas en espiral, desde el borde exterior hacia el centro. Y ese sonido lo captaba una aguja que seguía el recorrido de los surcos. Ello se amplificaba electrónicamente y se escuchaba mediante las bocinas del tocadiscos. También, el nuevo departamento de accesorios en la discoteca Minemar contaba con un stock de bocinas a la venta.
Detengámonos ahora en los discos, propiamente. En Minemar se realizaban ventas de álbumes para conservar los discos. También, estuches con doce discos de larga duración variados, tanto en marcas como géneros y nacionalidades. Y, por si todo ello fuera poco, la Discoteca Minemar, del Vedado Habanero, proporcionaba, dice la prensa, el mejor servicio de entregas a domicilio. Y, está de más decirlo, un surtido muy completo de los últimos éxitos nacionales a internacionales recogidos en discos.
De un excelente envío de la casa disquera estadounidense Columbia, llegó al mercado cubano el disco de larga duración codificado en catálogos como CL mil 267. Se titula Malagueña. Música de Cuba. Según los diarios, De este disco se reportan cifras de ventas increíbles, lo cual mucho nos honra, añade el gacetillero, ya que está basado en nuestra música. En brillantes instrumentaciones, al decir del periodista, aparecen en el disco, entre otras páginas cubanas, Malagueña y Andalucía, del maestro Ernesto Lecuona; El bodeguero, clásico del chachachá, del gran flautista Richard Egües, y El manisero, de Moisés Simons.
Propuestas colocadas en las vitrinas de La Habana. Hablemos de otra discoteca: Sonodisco, en Calle 23 casi esquina a 8, también en el Vedado. En marzo de 1959, Sonodisco tenía a disposición de los melómanos la producción Raro hechizo, donde se reúnen las canciones de la película titulada Tahimí, la hija del pescador. El filme fue dirigido por Juan Orol, basado en una novela de la escritora Caridad Bravo Adams. La trama se centra en Tahimí, la linda y talentosa hija de un pescador. Ella se transforma en una cantante estelar de cabaret y se ve envuelta en un triángulo pasional, por el amor de dos hermanos. Actúan en la cinta Tahimí, la hija del pescador, Armando Calvo, Pedro Álvarez, Rubén Rojo y Mary Esquivel, en el papel de Tahimí. Sus interpretaciones en la película fueron recogidas en el disco titulado Raro hechizo. Cabe señalar que las fichas técnicas sitúan la producción del filme en 1960. Pero, en marzo del 59, ya las canciones de la cinta estaban editadas en disco.
Los discos del sello Gema daban a la prensa de la época el avance de grandes atracciones para la siguiente semana de marzo del 59. Las ofertas incluían tanto discos sencillos como los Lp. En esos días, uno de los propietarios del sello Gema, Rafael Álvarez Guedes, había realizado producciones para su casa disquera en Puerto Rico y era posible que las mismas formaran parte de las nuevas ofertas. Y estaba a punto de salir el segundo volumen con el repertorio del gran bolerista Fernando Álvarez, envuelto en el mejor momento de su naciente carrera como solista.
Para los primeros meses del 59: la Feria del Sonido. En su columna Grabaciones populares, el periodista Fernando Fernández Bárcena afirma que el entusiasmo anima a todos aquellos que, de una manera o de otra, daban vida a la actividad musical. Poco a poco, se añadían promotores del disco y entidades interesadas en participar. Es por ello, que estaba en carpeta, por entonces, reuniones de coordinación de la Feria del Sonido, convocada para distribuidores de equipos (tocadiscos, victrolas y demás), fabricantes de discos, vendedores al detalle, es decir, en las discotecas, aquellas tiendas para la venta de discos y otros establecimientos. Esta idea concebía la celebración de la Feria del Sonido, en La Habana de 1959, en un espacio al aire libre. Cada entidad tendría su pabellón prefabricado, lo que, actualmente, se conoce como stand. Y la iniciativa tuvo, entre los posibles participantes en la feria, una aceptación extraordinaria. En tal sentido, constructores de todas partes, tanto cubanos como extranjeros, han presentado sus diseños de pabellones a los organizadores. Como elemento común en varios de ellos, se concebía, como fachada, una amplia cristalería. Y, en cuanto a la sede de esta Feria del Sonido, de la que se hablaba en los periódicos en marzo de 1959, era ya prácticamente un hecho de que el área escogida para su instalación serían los terrenos cercanos al Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana y a la popular Fuente Luminosa, que marca la intersección de la Avenida de Rancho Boyeros, la Avenida 26 del Nuevo Vedado y la Vía Blanca.
Entre los nuevos discos de larga duración, ya en las discotecas, la prensa destaca un disco mexicano de la RCA Victor, código de catálogo MKL 1071, titulado Danzones. Los interpreta la Orquesta del maestro Chucho Rodríguez, la cual, por cierto, fue una de las orquestas que acompañó a Benny Moré para discos, durante su estancia en México. Chucho Rodríguez llevó al danzón, danzón estilo mexicano, piezas musicales como La barca, Reloj y Amor mío, junto a Sabrá Dios y Que seas feliz. En opinión del redactor del Diario de la Marina, este disco está lleno de musicalidad y ritmo alegre. Chucho Rodríguez hace maravillas de estas piezas.
Dos breves en el ambiente del disco. Eliseo Valdés, representante de los discos RCA Victor en Cuba, adelanta que habría una noticia sensacional. Sin más detalles. Y leo tal cual un párrafo de Fernando Fernández Bárcena para su columna Grabaciones populares del Diario de la Marina: Rolando Laserie sigue de arriba. Así lo demuestra su último disco, titulado Doña Mariquita, con el bolero Desilusión, al dorso. Añade Fernández Bárcena que este disco sencillo de Laserie Ha causado enorme impacto y ya la gente lo vocea.
El reporte final de este episodio lo tomamos de la sección Música y músicos, también publicada en el Diario de la Marina, a cargo de Nena Benítez. Se refiere al gran concierto de música cubana, de los tantos organizados por el maestro Ernesto Lecuona, en la mañana de los domingos, en el teatro Nacional.
En aquel concierto del primero de marzo de 1959, se escucharon, entre otras las obras La bella cubana, de José White; Una rosa de Francia, de Rodrigo Prats, y Noche azul, de Lecuona. La inolvidable Esther Borja interpretó en aquel concierto, Te he visto pasar, otra de las creaciones de Ernesto Lecuona, y Nunca te lo diré, del maestro Gonzalo Roig. Seguidamente, el programa propuso un Mosaico de Lecuona, a modo de popurrí con las canciones del maestro tituladas Siempre en mi corazón, María la O, La brida y yo, Siboney y Para Vigo me voy, interpretadas por Héctor Fernández Ramos, Zoraida Beato, Rodolfo Borges y la vedete María de los Ángeles Santana.
Más títulos en este extenso programa del concierto preparado por Ernesto Lecuona para el Teatro Nacional, el primero de marzo de 1959. Por Luisa María Morales, un estreno del maestro: Amor demasiado tarde. En la voz de Adolfo Borges, Ahora que eres mía, de Ernestina Lecuona. Y la composición Funeral, también del maestro Lecuona, fue interpretada por Tomasita Núñez.
En la segunda parte del concierto ofrecido ese domingo por Lecuona en el teatro Nacional, intervinieron también María de los Ángeles Santana, José Le Matt, nuestra querida Carmen Solar, como declamadora, y Lecuona al piano ejecutando tres de sus valses y en respaldo de las figuras del concierto. Casi en el cierre del programa, el criollísimo Trío Matamoros con las composiciones de Miguel Matamoros Lágrimas negras y El que siembra su maíz.
Con esto termino por ahora. Si te interesaron estos apuntes, ¡házmelo saber en los comentarios! Haz clic en el enlace situado en la descripción. Es Gaspar Marrero quien se despide hasta el próximo capítulo de DISCOMANÍA Y ALGO MÁS, serie Premium, solamente para suscriptores de… CANTANDO EN CUBANO… ¡No te pierdas el próximo episodio!