Cantando en Cubano

Discomanía y algo más (8)

Subscriber Episode Gaspar Marrero Season 2 Episode 80

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El recuento de nuestro tocadiscos del tiempo nos coloca en el mes de agosto de 1957. Te hablaré acerca del Club de Discófilos de la RCA Victor y su propuesta con la Orquesta Aragón. Otros asuntos serán las nuevas grabaciones de la Victor con Benny Moré; el disco perfecto de danzones editado por Puchito; la música de Osvaldo Farrés en el sello Kubaney; dos joyas instrumentales por Gilberto Valdés; la actividad de los disqueros de Kubaney y Columbia, y la nueva emisora de Alta Fidelidad en La Habana. El reporte final tratará acerca de los promotores de la Victor en La Habana, Eliseo Valdés y Ernesto López.

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CANTANDO EN CUBANO

2ª TEMPORADA

Episodio 80: Discomanía y algo más (8)

PREMIUM

 

Te saluda Gaspar Marrero. En recuento de nuestro tocadiscos del tiempo nos coloca en el mes de agosto de 1957. Te hablaré acerca del Club de Discófilos de la RCA Victor y su propuesta con la Orquesta Aragón. Otros asuntos serán las nuevas grabaciones de la Victor con Benny Moré; el disco perfecto de danzones editado por Puchito; la música de Osvaldo Farrés en el sello Kubaney; dos joyas instrumentales por Gilberto Valdés; la actividad de los disqueros de Kubaney y Columbia, y la nueva emisora de Alta Fidelidad en La Habana. El reporte final tratará acerca de los promotores de la Victor en La Habana, Eliseo Valdés y Ernesto López.

Comienzo en esta ocasión con una suerte de redescubrimiento. En aquel tiempo, estaba organizado el denominado Club de Discófilos RCA Victor Internacional. En el periódico revisado, no aparecen detalles de la organización de ese Club. Pero, a juzgar por el hecho de que los miembros del club disfrutaban de un precio de preferencia, por el hecho de pertenecer a él, supongo que existiera, quizás una cuota mensual a abonar por los interesados. Ojalá una revisión posterior nos revele pormenores de ese Club de Discófilos RCA Victor Internacional.

A propósito del Club, la nota de prensa sugiere que todos los meses se destinaba a sus asociados una nueva producción de la RCA Victor. El periodista Fernando Fernández Bárcena, en su sección Grabaciones populares, del Diario de la Marina, consigna estos apuntes acerca del Lp de ese mes de agosto de 1957. Dice: Es casi seguro que el Long Playing de este mes establezca record de venta, por la calidad de su música y el arraigo de sus intérpretes. Añade el redactor que se trata de Doce números de moda, ejecutados en el estilo característico de la Orquesta Aragón. El álbum se titula El corazón de La Habana. Según palabras de Ernesto López, de la casa Humara y Lastra, reproducidas por el gacetillero, Ese disco ha de ser un hit.

Y ya que hablo de la casa Humara y Lastra, los días precedentes a la fecha de publicación de este periódico, 4 de agosto del 57, tuvieron en fuerte ajetreo al director artístico Eliseo Valdés. Noche a noche, Eliseo Valdés dirigió largas sesiones de grabación, donde se obtuvieron registros sonoros que, comenta el diario, marcan una nueva etapa de éxitos en la ya larga cadena de positivas realizaciones musicales de la RCA Victor cubana.

Durante una de esas sesiones fonográficas de la RCA Victor, desde finales de julio del 57, llegaron a las máquinas grabadoras piezas musicales destinadas a nuevos discos sencillos a cargo de Benny Moré y su Orquesta Gigante. Acerca de esas novedades del Benny, se afirmó que, técnicamente, se aplicaron nuevos efectos de sonido, a base de estructura especial para trombones, trompetas y saxos. Con ello se revitalizó el sonido de la gran orquesta del Bárbaro del Ritmo. En total, quedaron dispuestos para su edición en discos cuatro boleros y cuatro sones montunos. El periodista Fernández Bárcena califica al estilo de la orquesta como sensacional

Y, como ya expliqué, por entonces aumentó su catálogo de discos la Orquesta Aragón. Día a día, afirma el cronista, cosecha brillantes laureles. Tal y como hiciera Benny Moré en esos días del verano del 57, la Aragón realizó grabaciones para discos sueltos o sencillos, de esos grabados a 45 o 78 revoluciones por minuto (aún se producían los antiguos discos de 78), que, asegura la prensa, habrán de oírse a la vuelta de unas cuantas semanas, en cada esquina.

Revisemos ahora la labor fonográfica de la casa Puchito, discos producidos en Cuba por la empresa de Jesús Gorís. El Diario de la Marina califica este disco del que te comentaré enseguida como un disco histórico, por su propuesta musical. Asevera el periodista Fernando Fernández Bárcena, en esta edición de agosto de 1957, que Por primera vez se han grabado danzones típicos, de la manera correcta, con todas sus partes, sin mutilación de ninguna clase. Como se sabe, la producción de discos de la época obligaba a que las ejecuciones musicales no sobrepasaran los tres minutos de duración. En por ello que los danzones que se grababan se escuchaban en versiones disminuidas. El danzón, en su estructura musical, usa la forma llamada rondó, donde las secciones se organizan A-B-A-C-A-D-A, donde la sección A es la introducción y las restantes, B, C, D u otras adicionales, estaban a cargo de los diferentes instrumentos de la orquesta. Eso explica por qué se considera este Lp Puchito como histórico.

Las ejecuciones de este disco de danzones las efectuaron once músicos que conformaban una orquesta típica, como se conocía entonces a lo que hoy denominamos charanga. Entre los músicos de esta orquesta, estuvieron Israel López Cachao como contrabajista; Jesús López, al piano, y el flautista José Antonio Fajardo. La dirección de esta orquesta fue asumida por el maestro Rodrigo Prats. En total, este disco Puchito de Danzones contiene diez de ellos, muy conocidos. El redactor de la nota destaca el sabor típico del género, en orquestaciones precisas y sonido limpio, expresivo, en el conjunto y los solos. Concluye la nota: Es un disco tanto para bailar como para su apreciación auditiva.

Propuesta del sello disquero Kubaney, de Mateo San Martín: ya estaba a la venta, en agosto del 57, un disco de larga duración dedicado a la música del popular compositor cubano Osvaldo Farrés. Para la producción de este Lp, se contó con la dirección musical y orquestal del maestro Roberto Sánchez Ferrer. Son versiones instrumentales a cargo de una orquesta reunida al efecto. Es lo que, en el ambiente, se llamaba orquesta de estudio, sólo con fines de grabación; a veces, de un solo álbum. Después, cada músico a lo suyo.

En cuanto al trabajo musical del maestro Roberto Sánchez Ferrer, el redactor del Diario de la Marina explica que los arreglos para este disco dedicado a Farrés resultan menos complicados, no tan sofisticados como los que Sánchez Ferrer concibiera para un Lp anterior al de Farrés que te comento. Aquel se titula Fantasía cubana. El álbum del que hablo, de reciente producción entonces y ya a la venta, contiene versiones instrumentales de éxitos compuestos por Osvaldo Farrés. Entre ellos, se recogen en el Lp los títulos Toda una vida, Mis cinco hijos, Quizás, quizás, Tres palabras y Acércate más.

Y sigo con otras producciones instrumentales que la prensa habanera de agosto de 1957 califica como joyas. Las nuevas entregas discográficas consisten en dos discos de larga duración del sello Montilla, con títulos en inglés que paso a traducir, más o menos: Ballet cubano y Alta fidelidad en el Trópico. En ambos, la dirección orquestal fue responsabilidad de otro gran maestro cubano: Gilberto Valdés. En el Lp Ballet cubano, Gilberto Valdés dirige a la Orquesta de Cámara de Madrid. El acople de ese álbum incluye, entre otros, los títulos Guaguancó, Tambó y Yo vengo de Jovellanos. Y el segundo Lp, según dice su portada contiene grabaciones de la Orquesta Montilla. Sin embargo, las notas al disco, escritas por Félix Soloni, se afirma que es, también, la Orquesta de Cámara de Madrid. Así, la producción titulada Alta fidelidad en el Trópico contiene La conga viene ya, del propio Gilberto Valdés; No te importe saber, original de René Touzet; Santa Cecilia, una de las grandes creaciones del inmenso Manuel Corona y otra versión de Acércate más, de Osvaldo Farrés. Opina la prensa: Números gustados a gran orquesta, con sabor autóctono, aunque en instrumentaciones refinadas.

Al mencionar a Mateo San Martín, presidente del sello Kubaney, debo destacar que, en el verano del 57, realizó un viaje, casi oculto, a México, con la finalidad de asegurar nuevas líneas de distribución. Un gacetillero comentó: Parece que el embullo por la nueva fábrica de discos lo tiene por las nubes. A fin de apoyar la nueva instalación, se reunió una fuerte suma de dinero por varios miembros de la llamada Unión Cubana de Grabaciones, Importadores y Distribuidores de Discos Fonográficos. No obstante, existía la preocupación entre ellos ante la posible, y parece que reiterada, disminución de las ventas de discos en verano.

Por entonces, agosto del 57, pasaron por La Habana altos funcionarios del sello discográfico estadounidense Columbia. Alguien, no se sabe quién, pensó que el periodista del Diario de la Marina, que acudió a cubrir la noticia, no hablaba inglés. Resulta que Fernando Fernández Bárcena había sido contratado para trabajar en noticieros de emisoras filiales de la famosa NBC, como especialista en radio y televisión. Fue Fernández Bárcena quien atendía esta amplia columna de Grabaciones populares, en las ediciones dominicales del Diario de la Marina.

Y en esa propia edición de agosto del 57, una nota acerca de la radio. Un artículo del ingeniero Eugenio Vesa da cuenta de la salida al aire de una nueva emisora en La Habana, dedicada a emitir solamente en una nueva modalidad del sonido entonces: la Alta Fidelidad. Todavía no se escuchaba en toda la capital, pero se esperaba, dice el artículo que ello sucediera pronto. La planta radial trasmitía, de forma experimental, todas las noches, de 9 a 12, bajo el indicativo de CMBFM. Esta es la opinión del ingeniero Eugenio Vesa: Parecía como si escucháramos un disco directamente, no a través de un programa de radio. Sin acentuar altos y bajos con los controles. Escuchamos programas completamente balanceados.

El reporte final de esta vez lo extraigo de esa propia edición dominical del Diario de la Marina, con fecha del 4 de agosto de 1957. El asunto es que el redactor Fernando Fernández Bárcena, a quien reiteradamente menciono en estos apuntes de DISCOMANÍA Y ALGO MÁS, no solamente se ocupaba de las noticias referentes al mundo de los discos, sino que, como pocos, se ocupa de hacer comentarios y crítica musical, relacionados con las nuevas producciones que llegaban a las discotecas. 

Es por ello, que el citado periodista subtitula varios de sus párrafos de esta edición de prensa como Justo reconocimiento. Se refiere a Eliseo Valdés y Ernesto López, ambos jóvenes constituían la mano derecha del gerente de la RCA Victor en Cuba, Jesús Humara, quien, a propósito, en aquellos momentos permanecía en Santander, España. Dice el redactor: Aparte de su capacidad de comprensión y simpatía personal, Ernesto López y Eliseo Valdés saben facilitar el trabajo del cronista. Añade: Y saben perfectamente que no se puede hacer una crítica musical justa y completa, sin escuchar los discos en las mejores condiciones.

Para ello, Eliseo Valdés y Ernesto López hacían llegar oportunamente al periodista todos los nuevos discos producidos por la RCA Victor y distribuidos en Cuba. Eso, desde luego, no significa que siempre hubiera favoritismo o total coincidencia entre los criterios del crítico y los productores de la Victor. Aclara Fernández Bárcena que Ernesto y Eliseo saben reconocer y estimular el esfuerzo de este crítico, de la misma manera que saben ser sinceros en sus objeciones.

Con esto termino por ahora. Si te interesaron estos apuntes, ¡házmelo saber en los comentarios! Haz clic en el enlace situado en la descripción. Es Gaspar Marrero quien se despide hasta el próximo capítulo de DISCOMANÍA Y ALGO MÁS, serie Premium, solamente para suscriptores de… CANTANDO EN CUBANO… ¡No te pierdas el próximo episodio!

 

 

 

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